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lunes, 11 de octubre de 2010

Algunos datos importantes del Barroco

Sor Juana Inés de la Cruz es una buena representante de una corriente cultural muy importante en occidente que se denomina Barroco.
El Barroco abarca, aproximadamente, los siglos XVII y XVIII en la cultura europea, y tuvo un desarrollo muy importante en América, especialmente en México (de donde Sor Juana es originaria) y Perú.
En términos muy generales, el Barroco se relaciona con el movimiento contrarreformista católico (aunque también existe un barroco luterano), y se vincula con un renovado sentido de trascendencia espiritual.
En el caso del “Barroco de Indias” la influencia fundamental es católica, e implica cierto desdén hacia la experiencia terrena a favor de la vida eterna que es prometida a todo creyente. El paso por la tierra se identifica con el sufrimiento, el engaño y la apariencia; la verdad estará, en consecuencia, únicamente en la salvación.
Ahora bien, todo lo que sabemos de la vida procede de la experiencia física, y el escritor barroco vive entonces angustiosamente su paso errante por este “valle de lágrimas” engañoso. Muchas veces parece atrapado en un castillo de espejos, un lugar en donde ninguna imagen –aunque se lo promete- le devuelve su verdadero rostro.
De ahí su gusto por la apariencia, que sabe engañosa pero presente. La gran contradicción barroca es la necesidad de trascendencia y la imposibilidad de lograrla. Las imágenes hermosas mienten, pero la vida parece hecha de meras imágenes en constante proliferación.
El Barroco vive la realidad como falsa apariencia, como un exilio de la realidad verdadera que sólo se encuentra en la muerte en tanto salvación. El hombre es apenas una imagen del Dios eterno, una alegoría de la resurrección.

El Barroco es el arte del siglo XVII y de comienzos del siglo XVIII. El origen del estilo se encuentra en la ciudad de Roma, desde donde se difundió hacia toda Europa y hacia América.

Barroco: Este termino deriva de la palabra "berrueco" que significa piedra irregular

El Barroco fue la manifestación plástica de los poderes establecidos: el Papado, la monarquía absoluta y la burguesía mercantil, Cada uno de ellos se sirvió de la arquitectura, la pintura y la escultura para expresar sus ideas y destacar su papel en la sociedad.
         La monarquía absoluta utilizó la magnificencia y las posibilidades decorativas del Barroco como arte de propaganda.
         El Papado reaccionó contra la división que provocó la Reforma iniciada por Lutero generando el movimiento que se conoció como Contrarreforma. Las disposiciones del Concilio de Trento y la creación de la Compañía de Jesús permitieron reforzar el dogma y exaltar la autoridad de la Iglesia. La arquitectura, la escultura y la pintura fueron utilizadas para destacar el prestigio de la autoridad papal e ilustrar las verdades de la fe. Por eso, al Barroco se lo ha llamado también el arte de la Contrarreforma.
         La burguesía alcanzó gran importancia durante los siglos  XVII y XVIII. Este grupo fue el soporte de las recientemente independizadas Provincias Unidas de los Países Bajos y fue un factor determinante para el desarrollo de Inglaterra. En otras naciones, muchos de sus integrantes más notorios se mezclaron con la antigua nobleza y, en algunos casos, alcanzaron la nobleza. El arte del Barroco fue usado por la burguesía para expresar sus ideas y trascender más allá de su época.

El estilo barroco se caracterizó por la monumentalidad de sus creaciones y por producir efectos teatrales y dramáticos mediante el uso de formas curvas y espiraladas y de colores fuertemente contrastados. Este estilo se manifiesta en las distintas disciplinas:
         Urbanismo y arquitectura. Una de las características más notables del arte barroco fue el desarrollo urbanístico. Además de construir avenidas, el urbanismo barroco estableció la costumbre de abrir amplios espacios delante de los edificios. También fueron frecuentes las plazas enmarcadas por construcciones, en las que muchas veces se instalaban fuentes. Los elementos más característicos de la arquitectura barroca son la grandiosidad, tanto en el exterior como en el interior de los edificios, el triunfo de las líneas curva y mixtilínea sobre la recta —por ejemplo, en las columnas salomónicas, el fuste o cuerpo de la columna se retuerce en espiral— y el claroscuro —los planos y las superficies quebradas producen efectos de luz y sombra en las fachadas y en el interior del edificio. El urbanismo tuvo en Roma su ejemplo más destacado. La ciudad comenzó a tener, ya desde fines del siglo XVI, el perfil teatral característico del trazado urbano barroco, que luego se difundió por un gran número de ciudades europeas y americanas. Domenico Fontana, mediante amplias avenidas, unificó el centro de la ciudad de Roma y conectó diversas iglesias y monumentos cristianos.
El Urbanismo Barroco: “El Barroco se caracteriza por su afán integrador de espacios en un todo unitario, ya sea urbano o paisajístico. Es el gran momento del urbanismo moderno. En este período surgen los planes reguladores de lo que se ha llamado ‘la ciudad capital’. Roma es el prototipo de esa ‘ciudad capital’. Su desarrollo urbanístico se había iniciado de manera efectiva en tiempos de Julio u, pero su máximo organizador fue Sixto y (1585-1590), ayudado por el arquitecto Domenico Fontana.
         Escultura. La expresión de movimiento y dinamismo también triunfa en la escultura. Las imágenes muestran pasiones violentas y exaltadas y actitudes teatrales.
         Pintura. El naturalismo, la expresividad de las figuras representadas y el intenso claroscuro son las características más importantes de la pintura del período. Además de que la mayoría de las pinturas el tema central es sobre la religión.

Bibliografía

Wellek, René. “El barroco”. Conceptos de crítica literaria. Trad. de Edgar Rodríguez Leal. Caracas: Universidad Central, 1968.
Paz, Octavio. Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe. México: Fondo de Cultura Económica, 1999.
Picón-Salas, Mariano. De la conquista a la independencia: tres siglos de historia cultural hispanoamericana. México: Fondo de Cultura Económica, 1950.

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